MAC Info Julio

Las lluvias quedaron concentradas en áreas de la Patagonia, con algunas nevadas sobre la cordillera desde el sur de Cuyo hacia la provincia de Chubut. Si bien durante el sábado y domingo ingresó algo de aire más frío, solo se concretaron heladas en las provincias de La Pampa y Buenos Aires.
Se espera que con el correr de la semana, se aprecien condiciones ambientales que pueden considerarse confortables para el desarrollo de una semana de invierno. Si bien, como hemos mencionado, los amaneceres pueden presentarse fríos, incluso con heladas débiles en las provincias de La Pampa y Buenos Aires, se espera que las máximas mantengan un recorrido bastante plano pero en niveles que alcanzarían los valores normales para el comienzo de julio.
Este mes, a pesar de ser el central del trimestre frío, puede tener alguna reacción positiva, quizá con más llegada del aire del norte. Este es un punto significativo a monitorear, dado que si se consolida un invierno riguroso, esto puede seguir influenciando en forma negativa el comportamiento de las precipitaciones. Esta semana en particular, pueden aparecer algunas lluvias menores sobre la franja este del país, sobre todo a partir del jueves, pero siempre afectando áreas del litoral, eventualmente extendiéndose sobre la franja este de la provincia de Buenos Aires.

Entre enero y junio, los agroexportadores liquidaron más de U$S 19.000 millones. Son U$S 2.500 millones más que el récord del año pasado y 65% más que el promedio histórico.
En los primeros seis meses del año, las empresas exportadoras de granos y subproductos de Argentina consolidaron un aporte récord de dólares, fundamental para sostener una economía alicaída, entre otras cosas, por el déficit de divisas.
Según las estadísticas dadas a conocer este viernes por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), en junio la liquidación fue de U$S 3.815 millones, unos U$S 500 millones más que en igual mes del año pasado y el segundo mejor junio de la historia, solo por detrás de los U$S 3.833 millones de ese mes en 2018.
Tras un mayo que había marcado un récord histórico para un solo mes, el primer semestre cerró con una verdadera lluvia de dólares: U$S 19.144,9 millones.
Son casi U$S 2.500 millones o 15% más que los U$S 16.659,7 millones del año pasado, que ostentaba el récord vigente.
Como parámetro a tener en cuenta, son también un 65% más que el promedio histórico de los últimos 15 años (2007/2021), que se ubica en U$S 11.500 millones, de acuerdo con las estadísticas de CIARA-CEC.

La fertilización foliar se puede transformar en una excelente herramienta para corregir problemas nutricionales y contribuir a superar situaciones de estrés de una manera más exitosa.
Desde el punto de vista nutricional podemos decir que la planta absorbe unos dieciséis elementos químicos sin los cuales no podría desarrollarse normalmente. El carbono, hidrógeno y oxígeno son tomados del aire y del agua, mientras que los trece restantes los debe tomar por las raíces o por las hojas. Por otro lado, estos nutrientes los podemos dividir en:
1. Macros nutrientes: la planta los emplea a razón de kilos por hectárea.
2. Micros nutrientes: la planta los emplea a razón de gramos por hectárea.
Estos últimos la única forma eficiente de proveerlos al cultivo es asperjándolo vía pulverización con el agua como vehículo debido a la baja dosis de uso por hectárea.
Otra clasificación importante a tener en cuenta es la movilidad de los nutrientes tanto en el suelo como en la planta. Aquellos nutrientes inmóviles en la planta, sus deficiencias se manifiestan en las hojas en reciente formación, por lo que la aplicación de estos elementos vía pulverización directamente en la zona donde van a ser empleados es un plus interesante a favor de la técnica.
Mientras que los que son inmóviles en el suelo y su requerimiento aumenta durante la etapa de floración y cuajado también conviene aplicarlos vía foliar, pues durante esta fase fenología la relación fuerza destinos hace que para la planta los frutos sean la prioridad, resintiéndose de manera importante la exploración del suelo por parte de la raíz.
Los nutrientes comúnmente empleados en la tecnología de los fertilizantes foliares son el BORO Y ZINC:
– El boro participa en la síntesis de lignina y hemicelulosa, compuestos asociados a la pared celular. Se relaciona también con el proceso de fecundación de las flores, ya que interviene en la formación del tubo polínico y desarrollo temprano del fruto. Es por ello que durante la floración, fecundación y cuaje se convierte en un nutriente limitante.
El Boro participa en la formación de semillas, mejora el aprovechamiento del calcio y regula la formación de azúcares y aminoácidos entre otras funciones. El fertilizante foliar MOTIVADOR BORO FACYT favorece a una mayor producción en cultivos que presentan carencia de este nutriente.
– En el caso del zinc, este elemento es un cofactor enzimático y su rol más importante es el de ser promotor de la síntesis de auxinas (hormona de crecimiento) asociada al crecimiento de tejidos, división celular y agrandamiento celular.
El Zinc forma parte de numerosas enzimas que participan en el proceso de fotosíntesis y en la producción de frutos y semillas. El fertilizante MOTIVADOR ZINC FACYT contiene Azufre, este nutriente junto con Zinc están estrechamente vinculados en el metabolismo del nitrógeno. Ambos elementos favorecen a la nutrición equilibrada y generan aumentos en el rendimiento. Recomendado especialmente para suplir deficiencias en Maíz, Alfalfa, Trigo desde las primeras etapas de crecimiento.
Hay formulaciones que vienen acompañadas de otros nutrientes que tiene un efecto estimulante de los procesos productivos de la planta, lo que sinergia su crecimiento y su capacidad de asimilar nutrientes. Un caso interesante son los fertilizantes que vienen con un porcentaje de giberelina en su formulación, la misma es una hormona que interviene en la retención de frutos en el proceso de instalación de los granos en la planta, evitando que la misma se desprenda de algunos de ellos ante una situación coyuntural de estrés.
En resumen, si bien todavía falta información para abrazar masivamente el empleo de fertilizantes foliares, los ensayos llevados a cabo en la Argentina son más que promisorios, por lo que resulta imperioso que técnicos y productores empiecen a probar y conocer esta herramienta de manera de «irle encontrando el punto».
Para finalizar, vale aclarar que esta tecnología resulta un complemento de la fertilización tradicional de base y en ningún caso la reemplaza, siendo lo importante pensar en la nutrición de la planta como la interacción de nutrientes, es decir una provisión balanceada de elementos más que un nutriente en particular.
Fuentes: InfoCampo, Bolsa de Comercio de Rosario, Facyt, Agrofy News, INTA y El Diario de La Pampa.